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martes, 14 de junio de 2011

Adiós.

Tú... ¿qué raro no? Como una palabra tan corta, puede significar tanto ¿eh? Como una persona entra en tu vida, te regala los mejores momentos de tu vida y se marcha. Así, sin más. Este vacío que tengo ahora, me va a costar mucho ocuparlo, lo sé, pero ya no caeré más veces en el mismo error. No tropezaré con la misma piedra. Y aunque fuiste lo más importante para mí, no podría volver contigo, ahora tenemos caminos distintos, que no se volverán a juntar, ni a cruzar, ni nada. Porque se acabó. Sí, has leído bien, se acabó. Y aunque te quise, y supongo que aún lo sigo haciendo, mi cabeza dice “No vuelvas”. No puedo decir que te puedo desear lo mejor, ni tampoco lo peor. Todo lo que puedo decirte ahora, es que fuiste mi puto motivo para sonreír cada mañana, y que aunque ahora no lo tenga seguiré adelante como sea. Encantada de haberte conocido, pero adiós…

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